La música es una herramienta poderosa para poder expresarse, especialmente en niños. A través de actividades musicales como lo es la musicoterapia, los pequeños pueden canalizar sentimientos y desarrollar habilidades comunicativas de una manera lúdica y enriquecedora. 

Cada instrumento musical tiene una particularidad que influye en la expresión de las emociones. Por ejemplo, el tambor ayuda a liberar tensión y mejorar la condición motora, mientras que la flauta favorece la concentración y el control de la respiración. El ukelele, con su sonido tan armonioso, genera tranquilidad y refuerza la autoestima de los niños. 

Nuestra pequeña Lucía de 7 años, encontró al xilófono como un aliado que la ayuda a expresar su alegría: ‘Antes era muy tímida para todo, ahora ya no con mi xilófono’. 

Tomasito de 9 años, también se expresa con: ‘Siento más seguridad después de mis clases con mis amigos en Armonía Vital’. 

El impacto de la musicoterapia en los niños es evidente, y elegir el instrumento adecuado según sus necesidades emocionales es clave para potenciar sus beneficios. En Armonía Vital, ofrecemos un espacio seguro donde cada niño puede encontrar en la música una voz, una herramienta de autoconocimiento y un camino hacia el bienestar emocional.